viernes, 4 de enero de 2008

Insomnio: Las lágrimas no dejan dormir


Ayer el sueño no se balanceaba en mis pestañas sino que se escurría entre ellas, siguiendo el camino de cada una de las tristezas que perecían en mis labios.
Apagué más de un lamento ahogándolo en la almohada, estaba en compañía de nada...
Solamente me envolvía el recuerdo de una sensación similar, vivida en un pasado cíclico en el que caigo continuamente.
No me sentía a penas a mi misma, era como si algo dentro de mi diera por hecho que en estos casos toca morderse los nudillos de rabia, apresar los impulsos bajo una media sonrisa, de esas que gritan “¡mírame los ojos! Están a punto de naufragar una vez más”
Hay tantas cosas que saldrían de mí a la vez, que es preferible guardarlas de nuevo en la cajita de música que abres al irte a dormir, o mejor dicho al irte a no dormir.(...)


14 Diciembre, 2004

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