miércoles, 19 de diciembre de 2012

Señores de andar por casa: (IV) Una tarde de fútbol




Anselmo apenas necesitó un poco de apoyo por parte de Salvador para decidirse a contratar TV por cable, un pack deportivo concretamente, con el que aseguraba varias ligas de distintos continentes y muchas otras competiciones de su agrado. Básicamente fútbol, mucho fútbol y un poco más de fútbol. La escena transcurría tal que así:

— ¡Salvador! —Gritaba Anselmo—. ¡Va a empezar!

—Sí, sí, ya bajo —decía Salvador con la cabeza dentro de la nevera—. Voy a coger un vinito, ¿llevo algo más?

—He hecho tortilla de patata.

—Estupendo. Pues voy a hacer una ensalada también.

Se sentaban en el sofá, cada uno con su bandeja en el regazo y comenzaba un murmullo futbolístico ininteligible hasta que finalizaba el partido, se daban las buenas noches y cada uno volvía a sus quehaceres.

Un día de derbi la cosa se animó bastante. Salvador fue a buscar a su hijo Federico, yo me uní a ellos y también Marla, la hija de Anselmo y su novio Marcos; así que la tortilla de patata se duplicó, la ensalada también, hicimos palomitas, patatas fritas, hojaldres salados calientes, aceitunas, vino, cerveza, refrescos y nos sentamos todos “en familia” a ver cómo ciento y pico millones de euros en pantalón corto, jugaban a quitarse una pelotita (qué visión tan femenina, eh). Y ahí salieron las personalidades de cada uno casi sin darnos cuenta.

Marla, que estaba con cara larga desde el principio, a los 15 minutos se sirvió un poco de todo y dijo:

—Paso. Me voy a la cocina —Marcos la miró con cara de corderito degollado—. Tú haz lo que quieras.

Marcos se quedó en el sofá, comió una patata y empezó a mover el pie a gran velocidad. Tardó diez minutos en levantarse e ir a la cocina a la voz de “¿Estás enfadada, cariño?”. No se les volvió a ver el resto de la velada.

Anselmo es un jugador frustrado, tras su lesión de juventud quedó apartado del terreno de juego, así que hacía de comentarista resabiado y nunca le gustaba cómo jugaban los contrincantes: que si suben, que si bajan, que si no se abren, que si no se cierran, las bandas, el medio campo, que si tanto toque le aburre y su frase estrella:

—Yo no digo que lo dejen impedido, como me pasó a mí, pero un valiente que le haga una falta buena que lo deje seis mesecitos en su casa, al enano cabrón este, pelotudo ¡pero arréenle de una vez!

Salvador en cambio era un autocrítico de su equipo: Este jugador está poco motivado esta temporada, este otro no está certero, este no está a lo que tiene que estar, este arrastra una lesión, este está quemado, a este no lo valoran lo suficiente, a este lo valoran demasiado. Y su frase estrella:

—Voy a tener que volver al cuarto de baño para que marquemos otro gol ¡parece que están esperando a que yo me levante!

Federico, el hijo de Salvador, era bastante reservado. No despegó los ojos del televisor y se limitaba a emitir gruñidos (quizá porque siempre tenía la boca llena), quejidos y demás onomatopeyas: ¡Uy!, sísisisisiss, nononono, aaarrrrggg, brrrrr, pfffff, eeeeeh, ooooooh, vamos, ahí, goooool.

Yo, por mi parte, me dediqué todo el partido a tomar prestadas frases de mis compañeros de sofá y transcribirlas como propias en un debate whatsappero con el corresponsal del equipo contrario, que estaba en el campo. Al final ganamos los dos las apuestas: hubo empate.

….Y a la mañana siguiente le tocó fregar a Marla.


martes, 13 de noviembre de 2012

Uno... dos... tres!


“Está bien, me has convencido […] Vamos a temblar.” (N.R.) 


Para rodar una escena perfecta de película, primero se elige el escenario:

—Qué te parece una estación en hora punta, gente con prisas, maletines, ¡din, don, dan!

— ¿Segura? ¿Y un viaje en coche? ventanillas bajadas, música a todo trapo…

—No sé. Igual algo más tranqui, como un banco apartado en un parquecito solitario con fuentes llenas de peces, árboles y pájaros. Al atardecer…

—Si va a ser en ese plan, mejor una mañana en medio del bosque, con todo verde y ardillas. Sentados, yo qué sé, en un alcornoque.

— ¡Oooh, oooo…! ¡Unas grutas escavadas en la roca! O un precipicio. No, un puerto pequeñito.

—Qué cansina con el mar (el mar, el mar), si tú eres de interior. ¿Y en un restaurante?

—Ay, no sé. ¿Con chimenea?

—Qué cursi la chimenea… ¿Una cocina no te vale? Encendemos un fogón… ¡jajaja!

—Vale. Una cocina

— ¿Sí?

—Sí

Luego hay que ponerle banda sonora:

— ¡Una canción de Édith Piaf!

— ¡Qué dices! No, no, no. Sonido ambiental de ciudad. Los niños en el patio del colegio, los coches, los pájaros, un claxon, una cafetera...

— ¿Niños y cláxones? Claaaaro… No. Si va a ser ambiental, entonces que suene oleaje y gaviotas.

—Ya estamos… Y unos violines también, ¿no? Va, que sea una canción. Pero en francés no

—Ni de Metallica

—Si total no nos funcionan los CD’s, no sé que música vamos a encontrar…

—Pues la cantamos, no hay problema

— ¿Carmiña Vacaloura?

— ¡Jajaja! ¡Si no te la sabes! Carmiña para un thriller psicológico

—Pfffff. Si es que todo es tan jodidamente relativo….

— ¡Esa!

Y por fin decidir qué harán los personajes.

—Pero, un momento hombre, ¿quiénes van a ser los personajes?

—Yo daba por hecho que nosotros

—Tío, eso es tan poco original…

—No me llames tío… En una cocina ¿a quién quieres meter si no?

—Me refiero a que puede ser más metafórico, en plan una conversación entre un tomate y una botella de aceite.

—Sí… Un coloquio entre negrillas, camagrocs y níscalos… jajaja

—Oye, pues es una idea. Pero aunque sea una cocina, no tienen por qué ser alimentos

— ¿Y estás segura de que te convence lo de la cocina?

—Sí, sí, sí

— ¿Y porqué no tú y yo? y te dejas de metáforas…

—Vaaaaale

Ahora sí, hay que decidir qué harán nuestros dos personajes, en una cocina, mientras cantan “Todo es tan jodidamente relativo”

— ¿Haces la cuenta atrás?

—Sí. A la de tres: Uno, dooo

—Espera, espera. ¿Uno, dos y a la de tres? o ¿uno, dos, tres, ya?

—Uno, dos y a la de tres

—Vale

—Uno, dooo

—Espera, espera ¿ésta ya es la definitiva, o es la de prueba?

—La definitiva

—Vale

—Uno, dos….

Y dijeron a la vez:

— ¡BAILAR!


lunes, 15 de octubre de 2012

Me gusta que los planes salgan bien




Planificar, coordinar, pensar en el mínimo detalle, en los “por si acaso”, usar márgenes de tiempo, coeficientes de seguridad, prever posibles desastres. Tener todos los flancos cubiertos. Buscar alternativas, crear varios “plan B” y pensar incluso en respuestas que dar ante cualquier situación que pudiera surgir. Para que todo salga perfecto. Y si no, me exaspero muchísimo.

Y entonces me veo imbuida por el desastre, el caos, los “no me puedo creer que esté pasando esto” y, cuando se empieza a despertar en mi interior el monstruito gritón que suelta los “Si es que si no hago yo las cosas no salen como es debido, no puedo dejar esto en manos de incompetentes. El universo conspira para que salgan mal las cosas que no debería estar haciendo…” Una bofetada de pensamiento feliz manda al monstruo al rincón de pensar, por ser un aguafiestas que no ve más allá.

Agradecimientos: 

A Pilar y Pili, porque sin ellas esto no hubiera sido lo mismo.

A Angelito, que venía de Melilla a la boda de su tita Ester, porque hubiera machacado sin piedad (si se lo hubiera pedido) a la señora portuguesa que se negaba a recibir mil pavos en efectivo.

A Willy, por ser el primero en ofrecerse para echar una mano.

A Vicente y Almudena por hacernos un tour por Múnich junto a la puerta de Alcalá (feliz cumple al papi de Almu).

A esos militares tan majos que nos llevaron en tanque imaginario a hacer el recorrido por el barrio de las letras; no es verdad, ángel de amor?

A las cañas bajo la lluvia y los brindis con empanadillas.

A las tazas de porcelana y los coscorrones con lámparas de los cielos que son mares.

A las cremas de orujo riojanas ¡A Tope!

A los ciclistas simpáticos, los carteles de prohibido que miran para otro lado, las pelotas de golf que se caen al agua en vez de a la cabeza; las setas, que haberlas haylas pero querían que volviésemos y se escondieron y, al conejo, que no llevaba reloj sino zapatos nuevos.

A Pablo y Albertín “Capitán”, por majos, campechanos, serviciales y por no darnos una hostia con esas manos tan grandes.

A los polares, cafés calientes, batidos de chocolate y tostadoras, por hacer que no se notaran los 7ºC

A las empanadas, las gulas y los tomates por combinar tan bien los “carreretes au fromage”

A las lágrimas que saben a mar y los dulces sueños de las marmotas.

A los “diez minutos más” 

A los gatitos :3

A Encarni y Ramón por el segundo perfecto...


miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Faro de los Vientos


Simón era farero de toda la vida. De hecho vivía en el faro y casi nunca salía de él, no era feliz ni estaba amargado, simplemente dejaba transcurrir los días sin darle demasiadas vueltas a nada.

Soplaba levante un día que volvía de hacer la compra y llamó su atención un aparato rebajado del escaparate de una tiendecita de regalos: Era un telescopio. Sin pensarlo mucho se lo compró, lo instaló en lo alto del faro y, como si de la ventana indiscreta se tratase, comenzó a distraerse viendo la vida de los demás… 

Vio a un muchacho que esperaba nervioso a la puerta de un hotel secándose el sudor de la frente con la manga de la camiseta. 

Vio a una niña que no hacía más que asomarse al balcón mirando al infinito, como si esperase algo que no acababa de llegar. 

Vio un coche rodeado de guardias que echó a volar empujado por el levante y que al parecer, aterrizó en Coímbra, según le contó un moro. 

Vio cómo se peleaban por subir a un taxi Andrew Shue y Luke Perry, que acabaron subiéndose juntos para ir a comer al barrio de los arcoíris. 

Vio a dos fugitivos refugiarse de la lluvia en un restaurante justo cuando cesó de llover y celebrarlo descorchando una botella de vino. 

Vio un rayo caer en la única cabina telefónica que quedaba, la vio arder pero también ser apagada por el cuerpo de bomberos, que vinieron con la manguera, a mojarla entera. 

Y entonces se hizo de noche y cambió el viento a tramontana y, vio como se agitaban los cipreses y los abetos y las encinas y los castaños. 

Y al día siguiente vio las playas llenarse de erizos de mar y cómo unos niños jugaban con ellos en la arena. 

Vio cómo inauguraban una cervecería con especialidad en tostadas, bocadillos de mortadela y sofritos, sobre todo sofritos y también vio como los vecinos se quejaban por el ruido de las sartenes. 

Vio gente paseando, barandillas enanas, escalones muy largos, casas de cuento y la luz de su faro girando sobre los tejados. 

Vio una reunión al borde del acantilado, una focha pescando con un ánade y una medusa jugando a las palas. 

Vio cómo se pusieron de moda los esnórquel de channel y el llevarse a la playa paellas con champán. 

Vio cómo se detuvo el reloj porque la arena se llenó de caracoles que no se querían marchar. 

Y vio cambiar el viento una vez más...

Se fue la tramontana y se llevó volando el telescopio y la imaginación de Simón, que decidió salir del faro, plantar la toalla bajo las estrellas invisibles y esperar a los alisios, que traían aroma a humo, a queso y a sal.

(A la llum d'un fanal)

lunes, 3 de septiembre de 2012

Un cuento de bichos



Érase una vez que se era, una historia que nunca fue, pero de haber sido, aunque en parte fuera, nunca sería sino algo parecido, porque aunque pudo haber sido, no fue.

Cómo puede dar de sí la tela de araña de una lápida en un cementerio empapado de sorpresas.

Cómo las musarañas se mueren de risa con las travesuras de las vacas y las mariposas azules pintan de lunares a los perros más grandes y tranquilos del mundo.

Cómo las lechuzas detienen el tráfico para que las raposas no atropellen a mamás jabalí que llevan a sus bebés a fiestas que no existen.

Cómo las abejas posan y se posan, y las bolsas se convierten en cernícalos sobre las fuentes más dulces y amargas.

Cómo cazar una rana y regalarla… Cómo que te regalen una rana empieza como una tonta ilusión y acaba con servilletas recuperadas de la basura, con equipos de operaciones de emergencia entre cafés, con bellotas a la sombre de un castaño, vigiladas por el ciprés más alto…

Pero este cuento no se ha acabado, porque aún está la salamanquesa aprendiendo a nadar…

...y la trucha a respirar.

viernes, 31 de agosto de 2012

Tribología




"La tribología (del griego tribos, "frotar o rozar") es la ciencia que estudia la fricción, el desgaste y la lubricación que tienen lugar durante el contacto entre superficies sólidas en movimiento. El término es usado universalmente desde finales del siglo XX.

Para entender la tribología se requieren conocimientos de física, de química y de tecnología de materiales. Las tareas del especialista en tribología (tribólogo) son las de reducir la fricción y desgaste para conservar y reducir energía, lograr movimientos más rápidos y precisos, incrementar la productividad y reducir el mantenimiento."



Pues bien, ahora que ya todos sabemos qué demonios es la tribología, os voy a contar una historia.

Cuando algo que te gusta mucho pero que también te duele mucho se repite infinita e invariablemente, pueden suceder tres cosas: primero, que deje de gustarte tanto; segundo, que te arriesgues al hartazgo de lo mediocre o, tercero y más importante, que aprendas a controlarlo y disfrutarlo en su justa medida.

En definitiva, que yo no sé si será porque se me acostumbró el pie, porque se me ablandó el zapato o porque tenía la tirita puesta en el punto justo, que he disfrutado más que nunca de mis sandalias veraniegas.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Chaparrón de una noche de verano




Las primeras lluvias del verano no llegaron tras una tarde de bochorno en forma de tormenta que lo remueve y lo anega todo. Llegaron una noche tranquila y despejada de luna llena que en un instante se oscureció.

Se levantó una familiar y gélida brisa, los gatos arquearon sus lomos y fueron a guarecerse bajo los soportales y entonces, comenzó a llover.

Llovían gotas enormes que salpicaban al entrar en los vasos de café con hielo y formaban remolinos sepia. En a penas un minuto, la plaza se vació de gente y sólo se oía el sonido de los goterones repiquetear en las mesas de las terrazas.

Y así como vino la oscuridad, volvió a asomar la luna llena y la lluvia se fue.

Esa lluvia logró cambiarlo todo. Inundó por completo el camino de vuelta a casa de un olor a tierra húmeda que se hacía insoportable, de una humedad que se colaba en los huesos. Había bajado tanto la temperatura que la rebeca de punto se hacía insuficiente.

La lluvia le revolvió las entrañas y esa noche no durmió bien.

1/8/2012

viernes, 13 de julio de 2012

Quiero creer


Cuentan que una noche de adios el cielo se iluminó y empezaron a caer estrellas sobre sus cabezas... Y que en el fondo de sus corazones supieron que aquello no era una señal, sino un último instante para ser lo que quisieran antes de separarse para siempre.

miércoles, 6 de junio de 2012

Dans la chaleur des nuits de pleine lune



Traducción:
Pauline Croze - En el calor de las noches de luna llena 

Mi cuerpo me trae de cabeza, a menudo me afrenta
A dar media vuelta, a ir a ciegas.
Esta noche está listo para el ritmo acompasado
de las ciudades en fiesta bajo neones azulados,
las multitudes, aterciopeladas...

En el calor de las noches de luna llena
Insomnio cautivador
en el calor de las noches de luna llena

Bajo la mirada de los perros que duermen a medias
Las mujeres se hacen vampiros; los hombres, lobos,
cada uno con la suya, cada cual su cita,
la hora donde se atreven a revelar su cara oculta
a las bellezas indómitas...

En el calor de las noches de luna llena
Insomnio cautivador
en el calor de las noches de luna llena

En el calor, en el calor
De las noches de luna llena

Lejos de allí mi cabeza se asusta de la tormenta,
Va de dar lecciones y me toman como rehén,
pero mi cuerpo obstinado entra en el laberinto,
En la danza tribal se abandona y se revela,
Mientras duren las estrellas...

En el calor de las noches de luna llena
Insomnio cautivador
en el calor de las noches de luna llena



Letra:
Pauline Croze - Dans la chaleur des nuits de pleine lune

Mon corps me tient tête, me fait souvent l'affront,
De tourner les talons de partir à l'aveuglette.
Ce soir il se prête au rythme cadencé
Des villes en fête sous les néons bleutés,
Aux nuées, veloutées...

Dans la chaleur des nuits de pleine lune
Insomnie envoûtante
Dans la chaleur des nuits de pleine lune

Sous le regard des chiens qui dorment à moitié,
Les femmes se font vamps, les hommes se font loups,
Chacun sa chacune, chacun son rendez-vous,
A l'heure où l'on ose révéler sa face cachée
Aux beautés indomptées...

Dans la chaleur des nuits de pleine lune
Insomnie envoûtante
Dans la chaleur des nuits de pleine lune

Dans la chaleur, dans la chaleur
Des nuits de pleine lune

Loin de là ma tête s'effraye de l'orage,
Y va de ses leçons et me tient en otage,
Mais mon corps obstiné entre dans le dédale,
Dans la danse tribale s'abandonne et se dévoile,
Tant que durent les étoiles...

Dans la chaleur des nuits de pleine lune
Insomnie envoûtante
Dans la chaleur des nuits de pleine lune


viernes, 1 de junio de 2012

Minipollo


La casa de Elvira era muy pequeñita. La rodeaba un jardín enorme y frondoso donde crecían parras y margaritas, jacintos, melocotoneros y ciruelos, cerezos, lilas y azahar.

La casa estaba en medio de un bosque diminuto por el que pasaba un largo y caudaloso río que nacía precisamente en el jardín de Elvira, donde los animales más pequeños iban a beber porque la corriente allí no era tan fuerte.

Como ya he dicho, la casa de Elvira era muy pequeña y por eso solo podía tener una mascota muy pequeña. Se trataba de un pollito chiquitín al que llamaba Ansias.

Al pollito le encantaba pasearse por el jardín y charlar con los demás animales que acudían a beber, sobre todo a media tarde, entonces se juntaban un grillo, una rana y una ardilla con los que el pollito jugaba a adivinar cual sería el próximo animal en entrar al jardín a beber.

—Apuesto por el mapache— dijo la ardilla.

—Apuesto por la serpiente—dijo el grillo.

—Apuesto por el mosquito—dijo la rana.

—Apuesto a que llegará un perro—dijo el pollito.

Los demás se rieron porque en aquel bosque no había perros, pero el pollito les explicó que aquella mañana había oído disparos de cazador y a continuación los lamentos de un perro, que seguramente se habría perdido.

Y efectivamente, al poco rato entró un Setter Gordon enorme con una patita herida que se acercó a beber, el pollito le preguntó qué le había pasado y el perro les contó que al herirse persiguiendo una perdiz, su dueño lo había dejado abandonado en el bosque. Al pollito le dio tanta pena que fue a avisar a Elvira, que hizo un sitio en su casa diminuta para que el perro pudiese recuperarse.

El perro estaba encantado con tantos mimos y atenciones y disfrutaba del jardín y las charlas con los otros animales, pero una tarde oyó disparos y se fue corriendo al bosque para ver si encontraba a su dueño. Todos saben de la fidelidad de los perros, y este no iba a ser menos.

Pasaron días sin que el Setter regresara y el pollito estaba tan enfadado al ver que Elvira se había quedado muy triste, que otro día que oyó disparos se adentró en el bosque en busca del perro para pedirle explicaciones. Pero claro, como había pasado tanto tiempo, el pollito se había convertido en un gallo de plumaje brillante y espolones kilométricos, así que cuando el perro lo vio llegar todo enfadado, se asustó tanto que nunca más volvió a cazar a aquel bosque.

domingo, 6 de mayo de 2012

Ella



Como era muy pequeñita, cuando se cortó el pelo, en el trabajo la llamaron “Niño”…

Y aunque en tacones no le llegaba ni al hombro, sacó a bailar al mozo más guapo y menos bailador del lugar…

Al que su padre llegó a decirle “Teis unha moza ca podes levar no bolsillo, non vai valer pa traballar”

Pero vaya si valió…

Una mujer que con menos de metro y medio mantuvo la corte del Rey impoluta y peleó con él para que no se subiera a los cerezos, que cuidó los recuerdos de su madre durante quince años, que supo negociar en conflictos que no eran suyos para mantener la familia unida, que mantuvo la sonrisa, el cariño y la entereza aunque la gente “si de culo estaban, de culo quedaban ante su llegada”, que siempre estuvo ahí para ayudar donde se la necesitara, aunque no se le reconociera el mérito.

Una mujer capaz de gestionar sus recursos mejor que cualquier economista, que atiende las necesidades de los que la rodean antes siquiera de que ellos sean conscientes de dicha necesidad, que sabe cuidar, apoyar, motivar y negociar con cualquier persona entre los 0 y los 99 años de edad sin necesidad de un máster en psicología. Que te da el triple de lo que le pides incluso si no se lo pides. Agradecida, generosa, respetuosa, eficiente, valiente, luchadora. Capaz de dar la cara por los demás. De enfrentarse a cualquiera por sus derechos. De aguantar lo indecible por el bien común. De sacrificarse física y mentalmente si es necesario y sin una queja siquiera.

Es una mujer muy chiquitita, pero que ha estado y está presente en la vida de los suyos de tal forma que no la concebiríamos sin ella, que no sabríamos qué hacer, ni cómo hacerlo.

Porque siempre lo hace todo por y para los demás, cueste lo que le cueste. Desdoblándose, machacándose y gestionando el tiempo y el espacio de forma que es capaz de todo lo inimaginable… y al día siguiente se levanta con la misma energía y transmitiendo una positividad y una alegría maravillosa.

No me faltes nunca, mamá. Te quiero.

viernes, 4 de mayo de 2012

Lo siento, no todo el mundo puede se berciano

Hace un tiempo se creó un grupo en Facebook llamado: Lo siento, no todo el mundo puede ser berciano. En él, mediante la colaboración y sugerencias de todos los que formaron parte de ese grupo, se han ido recopilando una serie de costumbres culturales, lingüísticas y demás bercianismos con los que cualquier berciano puede sentirse identificado en mayor o menor medida. Como hay gente que no frecuenta esa red social, me he decidido a publicar en mi blog la recopilación hecha hasta el momento para que podáis seguir haciendo sugerencias que serán trasladadas al grupo original.

Bercianos de nacimiento, adopción y corazón, resto de ciudadanos del mundo, os invito a conocer El Bierzo!



DECÁLOGO → Sabes que eres berciano cuando…

1. No te sientes ni castellano ni gallego ni todo lo contrario.

2. Todos los que te conocen, sean de donde sean y vivan donde vivan, saben que eres berciano.

3. No te cansas de hablar sobre el Bierzo, porque eres berciano y lo cascas a los cuatro vientos.

4. Sabes que se dice berciano, ni marciano, ni berzotas. O es al revés?

5. No puedes encontrar una palabra en castellano para morriña.

6. El olor del escobajo (escobas, xestas, piornos...) te hace sentir en casa. Y larga vida a la Mencía!

7. Sabes que la provincia de León empieza cuando pasas El Manzanal.

8. Sabes quien es Chalupa, aunque no sepas muy bien de donde salió.

9. Eres de La Deportiva y tu lema futbolístico es: Puta León y Puta Cultural!

10. Si dices de donde eres y se oye de boca del listo de turno: "ah sí, el Bierzo, al lado de Santander", tú le respondes: "...allí mismo" y te quedas tan ancho.

11. Estás hasta los... de que te digan: pero ahí sois medio gallegos, no?.

12. Alguien pregunta por un amigo o familiar tuyo y respondes: por ahí anda!

13. Sabes como llegar a Molinaseca, pero no salir… ni a que hora, por lo de los controles de la guardia civil.

14. Sabes lo que cuesta llegar a las pallozas de Balboa y Canteixeira pero aun así vas.

15. Sabes lo que se pierden los que no han probado el botillo.

16. A una pregunta respondes con otra… como nuestros vecinos…

17. Sabes que La Moncloa no está en Madrid, está en Cacabelos. Y no cambia de dueño cada cuatro años, es de Prada.

18. Bailas y cantas "La Cabritiña" y ''El Polvorete'' todos los veranos en los praos donde se hace la fiesta del pueblo (del tuyo y del de todos los de alrededor).

19. Las navidades no son fechas de paz y amor… son fechas de matanza.

20. Estás tan orgulloso de ser berciano que se te ocurren millones de ideas para grupos del Facebook del Bierzo como este.


COSTUMBRES GASTRONÓMICAS → Sabes que eres berciano cuando...

1. Tus platos típicos son cosas que harían vomitar a una cabra.

2. Si no te ponen pincho con el vino, corto o similar, aunque sean unos cacahuetes, sencillamente no vuelves a ese bar.

3. Sabes que las androllas NO son un tipo de ovejas con las patas derechas mas cortas que las izquierdas que se pueden encontrar dando vueltas por los carreiros de las Médulas... en el sentido de las agujas del reloj, claro… y que se cazan dándoles la vuelta.

4. Sabes que el magosto no es el decimotercer mes del año… y que las castañas no sólo son un postre.

5. Más de una Nochebuena/Nochevieja has cenado botillo… con un par… y cumpliendo que la noche es larga.

6. Incluso el domingo de resacón, tu madre te pone un botillo para comer y no la defraudas… para luego ir a bajarlo al bar...

7. Tu madre, aunque te hayas comido un buey entero, siempre te dirá: “home, pero si no comiste nada.”

8. No comes chorizos cocidos, comes chorizos escaldaos.

9. Has tenido delante una bandeja con cachucha.

10. Los pasteles son de La Pili, las aceitunas Lupy y las patatas TAS (pican-tas XD)

11. Matas judíos una semana al año y nadie se escandaliza.

12. Sabes que una buena matanza de judíos es una ronda por todas las bodegas del pueblín para celebrar Semana Santa a base de rosquillas, saladillas, peladillas y sobre todo limonadas, que no naranjadas...

13. Sabes que el Pajariel es un símbolo de Ponferrada y que los chorizos de toda la vida son de Molina.

14. No paga cada uno lo suyo ni de coña: aquí todos nos pegamos por pagar las rondas!

15. Vas a la Calle del Agua... a beber vino.

16. Tienes una incapacidad genética para tomar sólo un vino.

17. La ronda solo se termina cuando se toma la arracadeira… o la penúltima…

18. Jamás bebes agua cuando comes pulpo, porque hincha!! Se admite vino y refrescos varios.

19. No te vas de tapas con los amigos, te vas de cortos a hacer la ronda con los mataos de los colegas… antes de comer, antes de cenar y después de cenar (antes de las copas).

20. De bodegas, comes cebolla picada, huevo cocido de anteayer, tomas vinos de un vaso enjuagado en un barreño y no te pasa nada, porque estás inmunizao!

21. Sólo tú puedes beber algo llamado "tumbadioses".


VOCABULARIO Y EXPRESIONES → Sabes que eres berciano cuando...

1. No bebes minis, bebes cachis.

2. No se te derraman las copas, se te arraman los cubatas. Lo que si se puede derramar son las cosas cuando las estropeas.

3. No vas al Carrefour, vas a Continente.

4. No hay chic@s fe@s, hay crench@s… eso sí, sólo fuera del Bierzo.

5. No dices me voy, dices marcho.

6. No te lanzas, te embalas.

7. No vas deprisa, vas mangao.

8. No te caes, te esmorras, te fostias te escondromoñas o te estapinas, como mucho!

9. No te haces rasguños, te escalabras.

10. No te haces daño, te mancas.

11. No das collejas, das cachouchazos.

12. No le partes la cara a nadie, le untas el morro.

13. No estampas a nadie, los estampinas contra la pared.

14. Las cosas ni se rompen ni se quiebran, se escachan.

15. Las peonzas tampoco se te rompen, se te rachan.

16. No tienes barriga, tienes bandullo.

17. Si olvidas cerrar la bragueta te dicen "jaula abierta, pájaro morto".

18. Las cosas no te gustan, te prestan mucho.

19. No entornas la puerta, la arrimas… ¡Que se escapa el gatoooo!

20. Sabes lo que es el tranco de la puerta y también lo que quiere decir “esta puerta no tranca bien”.

21. No das besos sino besines, besiños y bicos.

22. Tu amigo o vecino no te miente, anda con trangalladas.

23. Ni tu gato ni tu perro crecen, medran.

24. Los pollos no tienen muslos, tienen cuxetes o cuxotes.

25. No bebes, trasiegas vino. Ahora catas (que somos todos medio enólogos).

26. Pides el chisme ese o la chisma esa y todos saben a que te refieres.

27. En la escuela sales al encerado, no a la pizarra.

28. En la piscina vas al verde, no al césped.

29. No usas deportivas, usas playeros.

30. No usas botas de agua, usas katiuskas.

31. Usas palabras como papalana y papalina.

32. Si te cabreas, bajas a todos los santos del cielo, y no precisamente para ir de romería.

33. Puestos a cagarse, te cagas en “Ningún Dios”, en “Ros”,en “la madre que te parió ayer”, en “la cona”, en “su arte” y en “todo lo que se menea”.

34. No estás borracho, estás pedo, mamao, torta o arramas.

35. No te suben al regazo, te cogen al colo.

36. No eres borde, eres un túzaro.

37. Tenemos nuestra propia conjugación verbal: “Dar + Participio”. Ejemplos: no das llegao a los sitios, ni das hecho las cosas, ni das acabao, ni das marchao

38. Estás a tope de trabajo y al final saltas irremediablemente con un "joder, es que esto no lo doy hecho!"

39. No dices ¡venga ya!, dices ¡Sí o!

40. No estas en las nubes, estas a uvas, a las alpabardas o apijotao.

41. Las cosas parecen rarísimas, son graciosísimas, están buenísimas... y las bercianas también. Todo a lo grande!

42. No metes el coche en el garaje ni en el parking, lo metes en la cochera.

43. Sabes lo que significa la palabra zoquete... y conoces muchos.

44. Se te rompen los calcetines por el calcaño.

45. No dices voy a mear, dices vou escurrir o xixo.

46. Subes p'arriba y bajas p'abajo.

47. Tus pantalones no tienen bragueta sino petrina.

48. No dices "quizás...", "tal vez..." o "puede ser...", dices "si cuadra...".

49. No dices tonterías, dices barrabasadas.

50. No estás como loco, estás esparabanao y por ello haces esparabanes...

51. Si sopla el viento hace un viruje de la hostia.

52. Los cafés los tomas en pocillo y no en taza.

53. No pides fuego, sino lumbre.

54. Si el mechero no funciona es porque no chisca bien.

55. No vas al mercado, vas a la plaza de abastos el sábado.

56. No recoges castañas, las apañas.

57. No te cansas mucho, terminas eslomao.

58. Cuando te quedas embobado te dicen "Pasmóoon!"

59. Si te quejas mucho no eres un pesao, eres un "repunante".

60. No dices que follaste, dices que apretaste… otra cosa muy diferente es lo que en realidad hayas hecho.

61. No tienes gallinas, patos, terneros, cerdos… tienes pitas, curros, xatos, gochos…

62. “Luego” no es una palabra tan sencilla como creen por ahí: -Y lueeeeego!!!! para expresar ¡no lo dudes!, ¡porsupuesto! -Y luegooooo?? lo usas en vez de el ¿y eso?, ¿por qué?-“Bueno luego", "trae luego", "echa luego", simplemente es una afirmación: no significa que lo quieras dentro de un rato...

63. No le tiras piedras a nadie, le das un morrillazo.

64. No empiezas el jamón, lo encetas.

65. No gastas dinero, le das fuego a la cartera o tiras el farfallo.

66. No estropeas las cosas, las estrangallas.

67. No dices señor o señora ni mujer o hombre, sino paisano y paisana o en su caso paisanín y paisanina.

68. No eres descuidado, eres un xostro.

69. Atereces de frío.

70. La llovizna se llama babuxa… no confundir con que lluevan zapatos.

71. No comemos patas cocidas sino cachelos.

72. A veces te enfurruñas, pero se te pasa enseguida porque suele ser por zarapalladas.

73. Los vagos son unos manguelos.

74. Las cosas no chirrían ni crujen sino que rinchan (o te hacen rinchar los dientes).

75. Tienes el trastero de casa lleno de cachivaches y trangalladas.

76. No eres un cotilla, eres un cuzo... como mucho!

77. Sabes que ninguén es el negativo de alguén.

78. Puedes estar esfamiao y arranao pero nunca tras la feria del vino!

79. Un aparato muy grande y de funcionamiento complicado es un armatroste.

80. Quien habla demasiado y sin sentido, es un charlambalde.

81. No llevas abrigo cuando hace frío, llevas chambergo.

82. Sabes cuando algo es de restrallete... si no eres tu mismo el que va de restrallete, claro.

83. No dices "tócate las narices" sino "romballe o carallo".

84. No bebes, mollas a payeta.

85. Dices un cigarrín tienes? en vez de tienes un cigarro?

86. Dices ¿te fuiste? o ¿lo viste? en vez de ¿te has ido? o ¿lo has visto? Porque aunque somos perfectos y pluscuamperfectos no alardeamos de ello...¬¬

87. Las lentejas no se pegan, se apelican.

88. Los creps son fillloas, feixos o frixuelos.

89. Para subirte a la moto, el caballo o la burra, te escarrancas.

90. No estas ahí tirado en el sofá, estás ahí esparrancao.

91. En familia no comes un pedazo de botillo, comes un cacho de botelo. Y si es en una tixola de baro mejor todavía. Y por supuesto no lo comes en el pajar, lo comes debaixo do parromeiro!

92. No revuelves los cajones, farragacheas.

93. Como rasgo fisiológico distintivo, no tienes dedo gordo del pie, tienes deda gorda del pie.

94. No sabes qué es eso de encender la TV, se dice prender la TV.

95. Los paisanos de tu pueblo no usan bastón, usan cachaba.

96. No tienes pistolas de agua, tienes chiringadores o chiringos, y no mojas, chiringas.

97. Para decir que algo es una tontería o una gilipollez dices “farraspas de gaita.”

98. No tienes salón, tienes comedor o bodega; aunque comas en la cocina, que con la lumbre se está más a gusto y puedes meter los pies en el horno!.

99. Nunca tienes frío; solo es que hace fresco, o que refrescó.

100. Las medidas son a esgarrapellejo.

101. No tienes el pelo rizado ni rizoso, lo tienes rizo.

102. En el estuche del cole no tenias sacapuntas sino afila-lápices.

103. De pequeño no ibas a la piscina, ibas al pocín.

104. La puerta no se cierra se pecha.

105. Comes conchos no nueces.

106. Si alguien va de visita, a gorrear, dices que está "a perro puesto".

107. No preguntas a tus amigos por su novia, dices sonriendo: “La chavala?” o “La parienta?”.

108. Una persona desaliñada, dejada, o que no se arregla mucho, dices que es un jostrón.

109. Los agujeros no existen, son buracos o buratos.

110. No tienes buena cicatrización sino mala encarnadura.

111. Para preguntar el precio dices: ¿Cuánto vale?

112. Cuando hace frío o estás acatarrado se te cae la pinguela.

113. Vas de comprinas, vinines, cortines, andas por callejinas, compras un cochín… todo lo decimos en pequeño porque somos grandes!

114. Encuentras limachas en tu ensalada, porque usas lechuga de verdad, de la huerta de tu Abuel@!

115. Echas de menos comprar fréjoles, pedir que te arrimen la puerta o secarte con una rodilla o un rodillo.

116. El calzado que usa tu abuela para ir a la huerta no son madreñas, son galochas

117. No te duele la espalda, te duele el carrelo o el carreñouzo

118. No te caes a la cuneta, te vas pal veirón

119. No salpicas con agua, chapucas.

120. No es la primera vez que te dan un diccionario a ver si encuentras alguno de los palabros anteriores.


CULTURA, PERSONAJES Y OCIO → Sabes que eres berciano cuando...

1. Sabes que la Morenica no es una berciana que está morena, es la Virgen de la Encina, patrona de todo el Bierzo.

2. No concibes una boda sin el "A Ponferrada me voy…" y es muy probable que lo tocases con la flauta en el cole.

3. No vas de compras, vas a la Puebla. Ahora a la Cebra, pero te cuesta y ya si eso te acercas también al Rosal.

4. Has subido de una calle a otra de Ponfe... en ascensor!

5. La Gran Manzana no te recuerda a Nueva York sino lo bien que te lo pasas de fiesta.

6. El 1 de Mayo te debates entre dormir la resaca de la fiesta de Cuatrovientos, ir a comer pulpo a Cacabelos o ver “Os Maios” de Villafranca.

7. Te sabes el "Santa Barbara bendita" y aunque lo hayas escuchado cien veces siempre se te pone un nudo en la garganta.

8. Sabes lo que es la noche de las trastadas y cuando se celebra vas con tiento por la calle y cuando sales de casa por la mañana buscas el felpudo y no está, ni los tiestos....

9. No miras a los lados antes de cruzar por un paso de cebra. Aquí el peatón tiene prioridad absoluta!

10. En Semana Santa has sido víctima de la corneta del lambrión chupacandiles!

11. En Fin de Año vas a tomar las uvas a la Plaza del Reloj y no a la Puerta del Sol

12. No visitas google.es, tienes elbierzo.es como página principal en su explorador habitual.

13. En el colegio jugabas a los pitos, a los santos y a "Hay luz" o al "Churro va".

14. Te obligaron a leer el señor de Bembibre siendo un niño.

15. Sabes que lo más visitado de Ponfe después del Castillo de los Templarios era… ¡la montaña de carbón! Y por eso se puso el Toralín al lado.

16. No tienes playa pero si club náutico.

17. Sabes quien es el Pilufo… y el Chepas, que ya no corre detrás de hijosputa porque ya tomó la arrancadeira.

18. Sabes que Facundo además del de la pipas, es el panadero.

19. El algarrobo no te asalta en Sierra Morena sino que te pide p'al furgolin.

20. Conoces "el Matao".

21.Has ido al Alcázar a tomar litronas, al Zorebi a comer patatas bravas y al Bodegón a tomar un Bierzo Libre.

22. Bailaste en la disco del Temple los domingos por la tarde... o en la New Brothers o la Richmond... y pasaste las tardes en el Diapa, el Colorete, el Zeus...

23. Te has pasado toda una tarde con los colegas en el mirador de Lombillo bebiendo cervezas y comiendo pipas.

24. Has estado en las fiestas y conciertos de Cubillos.

25. Has comido pulpo en Casa Cubelos un Domingo antes de ir a comer.

26. Bebiste la primera heineken en el Marra.

27. Eres tan aplicado, que no sales de La Universidad en toda la noche.

28. Has pedido un especial en la bodega del Pardal.

29. Ibas al Bristol a tomar tequilas con su pincho a la gabardina, y con mil pesetas hacías la noche allí y luego pa Caravel.

30. Fuiste a beber "mariconadas" al Suárez, con su pincho de patata y pimiento, les dejaste bote y tocaste aquella flauta que te llenaba la cara de harina.

martes, 24 de abril de 2012

La hora de la Tilanilla

Hay cosas que hacemos porque nos gusta, otras por manía y a veces simplemente por costumbre. Yo me estoy acostumbrando a hacer una cosa nueva, algo de lo que solía renegar pero que, debido a un cúmulo de circunstancias, he acabado adoptando como ritual antes de acostarme cada noche. Es algo que no me apasiona demasiado y a la vez no me disgusta en absoluto. Simplemente me hace sentir bien, como ebria y mareada y feliz y melancólica al mismo tiempo. Como si fuese a llegar en cualquier momento con la suya, pero yo me quedo dormida antes y al despertar ya se hubiera ido… y así me voy inventando que no está tan lejos.

martes, 10 de abril de 2012

MENSAJE PANORÁMICO (S.Sta.'12)

La Dolorosa frente a San Nicolás (Jueves Santo, Villafranca del Bierzo)
La Dolorosa frente a San Nicolás (Jueves Santo, Villafranca del Bierzo)

“Bueno mofletuda… una Semana Santa más y como siempre un placer pasarla contigo […] hoy noto que me falta algo al no poder pasear por la Calle del Agua…”
De Kuki para Richo

Pues como cada Semana Santa, aquí va un resumen SURREALISTA solo apto para mentes muy avispadas. Este año lo basaré en el sermón de las siete palabras ya que mi Via Crucis no llegó a las 14 estaciones.

Viernes antes: De esos días que te quieres ir y quedar al mismo tiempo, pero te acabas yendo. Y entre Risquetos, Rapunzels despeluchadas y Guardias Civiles llegas ante la casa que viste toda la vida… y no la reconoces.

Sábado antes: O cómo tener entretenidos todo el día a dos niños con unas madejas de lana derrocando completamente la Wii.

Domingo de Ramos: Otro año más que la enana aguanta estoica el ramo y la misa y el sermón y que no le den galleta… Y comienzan la penitencia de las siete palabras: Padre, Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

Lunes santo: Tristísima noticia que enturbiaría el resto de los días. Lilu, un abrazo muy fuerte. En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Martes santo: Rencuentros gratos, ingratos, decepcionantes, nuevas caras y despedidas tristes; en el lugar menos deseable. El negocio de las flores que algún día espero me cuenten. Madre he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre.

Miércoles santo: Agradecer a mi santa madre el madrugón para hacerme mi comida favorita y poder aguantar el resto del día como niña con zapatos nuevos. Zapatos que bailaron sin parar aun a riesgo de recibir unos azotes. Pero las tortugas mezcladas con ranas en medio de la arboleda dan mucho ritmo. Dios mío, Dios mío por que me has abandonado.

Jueves santo: Había que cuadrar a Evis, Miri y Ali con Laura, Edu, Carlos, Chon y Fer, luego sumarles un David y mezclarlo todo con Eme, Pe y Porris. Al final todo todo no pudo ser, pero acabaron los chipirones con los fresones rebeldes haciendo acrobacias cabareteras propias del Broadway más Bollywoodiense. Agudizando el olfato y no tanto la vista. Tengo sed.

Viernes santo: Tras una pulpada y churrascada a 1300m, bajo la nieve… el catarro ya se veía venir. Por mucho que persiguiéramos vírgenes y gaitas por las calles. Y aunque esa noche trabajar no fue plato de buen gusto, siempre hay pequeñas cosas que lo hacen llevadero, como espiar tras los vasos de cubata. Todo está consumado.

Sábado santo: A correprisas organicé mi partida, llevándome todos los virus y cadáveres de judío que pude a mis espaldas. No dio para más, ni para menos. Inolvidable como siempre. Melancólico como siempre. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Domingo de Resurrección: ¡Alabado sea el señor! ¡Aleluya, Aleluya! ¡Hosanna en el cielo! ¡Regocijaos hermanos…! Porque aunque muero ahogada, vivo de alegría. Entre mugre… pero feliz!

Lunes de Pascua: El día fue lo que se dice… un día de convalecencia en cama, hasta que llegó la noche y se convirtió en un hachazo en la cabeza y la esperanza… A tomar por culo bicicleta que se suele decir. Me subió hasta la fiebre de tanta rabia. Se acabó la Semana Santa.

domingo, 11 de marzo de 2012

Señores de andar por casa: (III) Así lavaba, así, así


Una de las primeras cosas que tuve que enseñarle a Salvador fue a poner la lavadora. Porque a pesar de ser un señor con estudios, urbanita y culto, pues lo que vienen siendo las labores del hogar no las ha practicado en su vida. En este caso porque “tenía una empleada de hogar” que en otros casos se traduciría por “lo hacía mi mujer” (manda güevs a estas alturas).

Tras explicarle los programas básicos y dónde se pone el jabón y el suavizante pensé en darle unos consejillos que, aunque a priori puedan parecer “de cajón” supuse que a él le vendrían bien:

-Hay que lavar la ropa blanca separada de la ropa de color aunque, si tienes ropa que no sabes en qué grupo meter, puedes ponerla toda junta con una toallita de estas que absorben los desteñidos.

-No laves con agua muy caliente si tienes duda de si destiñe o encoje.

-Si tienes poca ropa y necesitas lavarla, pones media carga apretando este botón.

Y lo más importante:

-No vuelvas a forzar la puerta para que se abra al acabar el lavado, porque hay un seguro que no permite hacerlo hasta que se apaga esta lucecita de aquí.

Pues se lo ha tomado en serio el hombre, hoy ya va por la cuarta lavadora, puso una con 3 camisas claritas; luego, puso una con una camisa oscura, 4 pares de calcetines y un calzoncillo; después una con un jersey azul y un vaquero y la que acaba de tender la puso con un edredón blanco.

Salvo lo del edredón, las demás lavadoras suele ponerlas iguales cada 3 o 4 días, lo que me lleva a la conclusión de que sólo usa dos calzoncillos a la semana. Si a eso le sumamos que el Heno de Pravia sigue casi intacto… Próxima lección de convivencia: La higiene personal.

viernes, 2 de marzo de 2012

Noches como la de hoy


Hay noches en las que se alinean los planetas y me encuentro a mi misma a punto de llorar otra vez por lo mismo.

Después de tanto tiempo, tanto daño que me dejé hacer, aun así, sucede que oigo una canción como esta y mi mente se pone a recordar todos los momentos que te hicieron inolvidable…

Y me sube un calor por el pecho que me rodea el cuello…

Pudimos ser muy grandes, infinitos y no fuimos nada más que mediocridad.

Una mano enorme agarrándome la garganta para ahogarme de felicidad, que nunca me osó siquiera tocar.

jueves, 16 de febrero de 2012

Señores de andar por casa: (II) Las Colonizaciones


Cuando Salvador se decidió a desempaquetar por completo y comenzó a instalarse, lo primero que pensé fue que se me había acabado el acaparar armarios y estanterías ¡pero no! este hombre tiene cuatro cosas así que, aunque le he dejado bastante espacio, sólo es una estrategia temporal para ir colonizándole las baldas poco a poco, así con disimulo femenino (risa perversa).

Me las pintaba muy felices yo, hasta que el otro día subiendo las escaleras de casa noté un olor… ¿Cómo lo definiría? Entre familiar y perturbador al mismo tiempo. Como soy un poco obsesiva con los olores y, aprovechando que Salvador aún no había llegado, me puse a olisquear la casa en busca de la fuente de aquel aroma tan… rancio. Y la encontré, vaya si la encontré, se escondía tras la cortina de la bañera, encima de una jabonera años ’70, era una pastilla de jabón Heno de Pravia que había colonizado con su perfume toda MI casa, mi casa que olía a muchacha joven y lozana ahora olía a señor mayor. No podía usar un Sanex de toda la vida, no… o cualquier gel de baño de oferta, qué va. Tenía que ser una pastilla, de Heno de Pravia, que será una maravilla de jabón pero ese olor tiene el mismo glamour que echarle Barón Dandi a un quinceañero.

En definitiva, que me ha colonizado él a mí, seguro que ni es consciente, pero hasta que se me acostumbre la nariz parecerá que no vivo en mi casa.

Al menos no huele a Alcanfor…

viernes, 3 de febrero de 2012

Señores de andar por casa: (I) La llegada de Salvador


Primero os pondré en antecedentes. Vivo en la buhardilla de un chalé/pareado/duplex en medio de la nada, eso sí, con piscina.

En la planta baja vive mi casero Anselmo, su hija Marla y dos perras que le ladran al aire cada vez que se mueve una hoja. Antes también estaba su mujer, pero dado que no la veo desde octubre he sobrentendido que se han separado. Arriba vivo yo.

Lo habitual era tener compañera de piso arriba conmigo, pero este año las cosas se complicaron para bien y he podido disfrutar para mi solita toda la planta. Hasta esta semana…

Resulta que mi casero en vez de buscarme compañía universitaria, ha decidido alquilarle la habitación a un amigo suyo recién separado, así que ahora vivo con Salvador, un arquitecto de 59 años que no sabe ni poner la lavadora y que está tan depre que aún no ha colocado las cosas de la mudanza, miedo me da sugerirle lo de los turnos de limpieza del cuarto de baño…

El hombre se la pasa hablando con Anselmo sobre la separación, los planes de futuro frustrados y lo mal que lo está pasando… A riesgo de parecer insensible os diré que esta parte es muy graciosa, porque a mi casero acaban de quitarle absolutamente todos los dientes para ponerle implantes y casi no pronuncia, así que se limita a farfullar: “fí fí, dógico, ef compenfibde, hay be animabce hombde”.

El caso es que como no interactúa en absoluto conmigo, no hay manera de entablar “La conversación”, que es la charla que les daba a todas mis compañeras acerca de cómo funciona la casa, dónde están las cosas, cómo vamos a organizarnos, que mi taza del desayuno es sagrada y contarnos un poco la vida para tomar confianza. Di que su vida ya me la sé, al menos la parte triste, pero no estaría de más que me contara también la otra parte, que seguro que la hay.

Entiendo que lo mismo que a mí me resulta raro vivir con un señor de la edad de mi padre, a él le resulte más raro si cabe convivir con una estudiante después de 30 años de matrimonio, así que le daré un tiempo a ver si se va situando.

Por lo pronto ya se ha quedado dos veces encerrado en el baño y mira que lo avisé de que el cerrojo se atasca, por eso hay un cartelito en la puerta para poner “ocupado”, pues nada, hasta que me haga ir con un destornillador a rescatarlo, no para…

viernes, 20 de enero de 2012

Zapatos


Yo soy muy de pies fríos, supongo que como muchas mujeres, así que, aunque me encanta andar descalza, siempre viene bien disponer de un buen par de zapatos (o calcetines en su defecto).

Mi principal problema es que mis pinreles son muy delicados pero mi economía bastante limitada, así que acabo calzando el primer saldo que se me pone delante y claro, aguanta tú después las ampollas del demonio.

Da lo mismo que lleve tiritas encima, porque siempre pienso: "Va… este dolorcillo de nada aún lo aguanto un poco más… démosle una oportunidad a estos preciosos zapatos de mierda…" Hasta que, ¡ampollas al canto!, acabo desterrando un par más al abismo del armario.

Pero claro, es que los zapatos que no me hacen daño o no me los puedo permitir, o no son para sacar de casa.


Y... por si alguien aún no se ha dado cuenta, esto no tiene nada que ver con el calzado.

Vuelta la burra al trigo


"Vuelta la burra al trigo” es una expresión que usaba mucho mi abuelo, más bien con la siguiente entonación: “Vueeelta laburraltrigo”.

Se suele usar cundo alguien es insistente con un tema, repetitivo con la misma historia o que ejecuta la misma acción o conducta de forma que le resulta pesada a quien, al final, acaba exclamando “¡Vueeelta laburraltrigo”!

Pues eso es lo que pensé al llegar a casa después de una dura noche de trabajo estas Navidades... y acabé aplicándomelo a mi misma mientras me tomaba un café días después.

El cajón de los calcetines


En verdad el mundo es bien pequeño… Chiquitito y desesperante como un cajón de calcetines desparejados.

Qué cierto es eso de que todos estamos conectados, no solo en el sentido de la humanidad y la energía, sino conectados con miles de lazos al resto del mundo.

Basta con pensar en el amigo del novio de la amiga de una amiga…
En el tipo que conociste unas vacaciones y resulta ser amigo del amigo de un amigo, que además fue novio de una compañera…
O en la profesora que es vecina del amigo del compañero de clase de una vecina…

Si volvemos al símil de los calcetines, empiezo a creer que para encontrar la pareja de cualquiera de los calcetines sólo hay que agarrarse al primero que veas, que al final acabará saliendo enganchado el par que te faltaba.

Pero sin duda, lo que más me gusta, es pensar en la cantidad de gente con la que estamos conectados y aun no lo sabemos. Incluso puedes subirte a un autobús en Pekín y encontrarte a Los Tres Mosqueteros, que eran primos de sendos bufones de reyes que nunca llegaron a ser.

Si fuese un gato, sin duda dormiría siempre en el cajón de los calcetines, más que nada para ver el mundo… rodeada de calcetines.