jueves, 25 de septiembre de 2008

De Caracoles


La afición del caracol es, además de una afición, una forma de vida.

No me refiero a llevar la casa a cuestas, como podrían pensar muchos, sino al hecho de ocultarse cuando algo inesperado sucede, luego sacan un cuernito tras otro con cuidado, examinan la situación y, si ven que la cosa va bien, sacan todo el cuerpo fuera. Por supuesto siempre les queda la opción de no asomarse.

También el hecho de tener una concha les es útil, les hace más fuertes, están más protegidos. Aunque ante un zapato desaprensivo o el pico de un ave, toda la protección se convierte en cárcel y, el dulce hogar, en un acogedor ataúd.

Otra característica del caracol son sus ojos, a pesar de tener cuatro tentáculos, sólo dos de ellos tienen un puntito negro por el que se supone que ven. Yo creo que en verdad ahí no tienen ojos, simplemente son unos apéndices que les sirven para ser conscientes del mundo que los rodea. Al contrario que en la especie humana, que cuando se tienen cuernos es cuando menos conscientes de la realidad somos.

El caracol además es hermafrodita, esto viene a significar que dos caracoles se encuentran y uno le dice al otro:

-Oye, ¿tú prefieres ser trabajador a jornada completa, atender el hogar y cuidar la prole así como parirla? ¿O prefieres ser el cabeza de familia?

O bien un:
-A ti del toro, ¡qué! ¿Te gusta hasta el rabo?

Incluso un:
-¿Prefieres las almejas de la mar o de lamer?

En fin, que para eso de quererse se tienen que poner de acuerdo, a ver quien sufre y quién martiriza. Quien pasa hambre de besos, quién sufre exceso de control, quién es quién, vamos.

martes, 23 de septiembre de 2008

De Película



Para una persona que sueña despierta,
que se sumerge en el séptimo arte
hasta el punto de no saber bien si está entrando o saliendo del cine,
que se deleita soñándose en medio de una escena...
Qué mejor regalo que un cumpleaños de película.

Una vez más me regalaron el papel protagonista de una maravillosa fantasía,
podría ambientarse en cualquier época,
podría tener diversas tramas, pero esas escenas,
la de la cena bajo la luz de la luna,
la de los besos bajo el agua,
la de contemplar unas vistas maravillosas abrazados en un balcón,
pasear de la mano por los siglos,
cabalgar por un bosque
y querernos todos y cada uno de los segundos que pasamos juntos,
esas escenas perdurarán siempre en mi recuerdo.

Gracias con toda la dimensión de la palabra.
Gracias con el alma, el corazón y las vísceras.
Gracias mi amor...

viernes, 12 de septiembre de 2008

Con los pies en el Río



¿Acaso no sabes por qué meto los pies en el río?
Porque así enfrío las melodías que despiertan en mi cuerpo los sueños.
Porque prefiero ver un amanecer plateado a un dorado atardecer.
Y regresar a casa a pesar de todo.

Dame una tarde, un paseo bajo los árboles y te haré sentir la fuerza que tiene un silencio de verdad.
Te enseñaré a escuchar que no hay nada ni nadie que te haga estremecer así, que te atraviese.
Déjame que te lo enseñe.

Y cuando comprendas, querras regresar, como yo, a aquel instante en que bastaba estar juntos, respirar y vivir una tarde bajo la arboleda.
No importa lo que quieres, ni lo que tienes, ni los problemas.
No importa quién eres, ni quién sueñas ser, ni a quién querrías tener.

Dame una noche y un cielo estrellado.
Sólo túmbate junto a mí, mira como brillan los difuntos.
Quizá mañana no haya sol, pero ahora, mira la luna.
¿No es lo que siempre has querido ser, parte de algo maravilloso?

Y si nada de esto te emociona, entonces, deja esa coraza junto al pantalón y siénteme a mí, que tengo árboles, ríos y estrellas, hasta la luna si la necesitas.
Incluso un amanecer plateado.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Mañana



La distancia nunca fue buen amante, quise empezar de nuevo y así mi locura cesó.

Sólo me sirven tus brazos, no encontraré nadie mejor, nada podría ser mejor.

Incluso cuando los días sean grises, sé que me cogerás la mano.

Mañana, cuando todo cicatrice, amaneceremos bajo el mismo cielo azul.


martes, 2 de septiembre de 2008

Calle Pena



Es extraño el sendero vacío, la ciudad desierta.
Ciudad de ojos tras los cristales,
de rumores,
de evasivas,
de miradas ocultas y excrutadoras,
de pensamientos a voces,
de desencuentros hipócritas,
sin palabras.
Bajar una calle,
cruzar de acera,
girarse,
volver atras.
Volver atras...
Decir a voces que el silencio tortura mi alma.
Recorrer el calendario pensando lo distintos que son los días.
Quizá haya mejores formas de solucionarlo,
o complicarlo más...
Pero la falta de noticias
es la peor incertidumbre,
la obsesión más angustiosa.