miércoles, 6 de junio de 2012

Dans la chaleur des nuits de pleine lune



Traducción:
Pauline Croze - En el calor de las noches de luna llena 

Mi cuerpo me trae de cabeza, a menudo me afrenta
A dar media vuelta, a ir a ciegas.
Esta noche está listo para el ritmo acompasado
de las ciudades en fiesta bajo neones azulados,
las multitudes, aterciopeladas...

En el calor de las noches de luna llena
Insomnio cautivador
en el calor de las noches de luna llena

Bajo la mirada de los perros que duermen a medias
Las mujeres se hacen vampiros; los hombres, lobos,
cada uno con la suya, cada cual su cita,
la hora donde se atreven a revelar su cara oculta
a las bellezas indómitas...

En el calor de las noches de luna llena
Insomnio cautivador
en el calor de las noches de luna llena

En el calor, en el calor
De las noches de luna llena

Lejos de allí mi cabeza se asusta de la tormenta,
Va de dar lecciones y me toman como rehén,
pero mi cuerpo obstinado entra en el laberinto,
En la danza tribal se abandona y se revela,
Mientras duren las estrellas...

En el calor de las noches de luna llena
Insomnio cautivador
en el calor de las noches de luna llena



Letra:
Pauline Croze - Dans la chaleur des nuits de pleine lune

Mon corps me tient tête, me fait souvent l'affront,
De tourner les talons de partir à l'aveuglette.
Ce soir il se prête au rythme cadencé
Des villes en fête sous les néons bleutés,
Aux nuées, veloutées...

Dans la chaleur des nuits de pleine lune
Insomnie envoûtante
Dans la chaleur des nuits de pleine lune

Sous le regard des chiens qui dorment à moitié,
Les femmes se font vamps, les hommes se font loups,
Chacun sa chacune, chacun son rendez-vous,
A l'heure où l'on ose révéler sa face cachée
Aux beautés indomptées...

Dans la chaleur des nuits de pleine lune
Insomnie envoûtante
Dans la chaleur des nuits de pleine lune

Dans la chaleur, dans la chaleur
Des nuits de pleine lune

Loin de là ma tête s'effraye de l'orage,
Y va de ses leçons et me tient en otage,
Mais mon corps obstiné entre dans le dédale,
Dans la danse tribale s'abandonne et se dévoile,
Tant que durent les étoiles...

Dans la chaleur des nuits de pleine lune
Insomnie envoûtante
Dans la chaleur des nuits de pleine lune


viernes, 1 de junio de 2012

Minipollo


La casa de Elvira era muy pequeñita. La rodeaba un jardín enorme y frondoso donde crecían parras y margaritas, jacintos, melocotoneros y ciruelos, cerezos, lilas y azahar.

La casa estaba en medio de un bosque diminuto por el que pasaba un largo y caudaloso río que nacía precisamente en el jardín de Elvira, donde los animales más pequeños iban a beber porque la corriente allí no era tan fuerte.

Como ya he dicho, la casa de Elvira era muy pequeña y por eso solo podía tener una mascota muy pequeña. Se trataba de un pollito chiquitín al que llamaba Ansias.

Al pollito le encantaba pasearse por el jardín y charlar con los demás animales que acudían a beber, sobre todo a media tarde, entonces se juntaban un grillo, una rana y una ardilla con los que el pollito jugaba a adivinar cual sería el próximo animal en entrar al jardín a beber.

—Apuesto por el mapache— dijo la ardilla.

—Apuesto por la serpiente—dijo el grillo.

—Apuesto por el mosquito—dijo la rana.

—Apuesto a que llegará un perro—dijo el pollito.

Los demás se rieron porque en aquel bosque no había perros, pero el pollito les explicó que aquella mañana había oído disparos de cazador y a continuación los lamentos de un perro, que seguramente se habría perdido.

Y efectivamente, al poco rato entró un Setter Gordon enorme con una patita herida que se acercó a beber, el pollito le preguntó qué le había pasado y el perro les contó que al herirse persiguiendo una perdiz, su dueño lo había dejado abandonado en el bosque. Al pollito le dio tanta pena que fue a avisar a Elvira, que hizo un sitio en su casa diminuta para que el perro pudiese recuperarse.

El perro estaba encantado con tantos mimos y atenciones y disfrutaba del jardín y las charlas con los otros animales, pero una tarde oyó disparos y se fue corriendo al bosque para ver si encontraba a su dueño. Todos saben de la fidelidad de los perros, y este no iba a ser menos.

Pasaron días sin que el Setter regresara y el pollito estaba tan enfadado al ver que Elvira se había quedado muy triste, que otro día que oyó disparos se adentró en el bosque en busca del perro para pedirle explicaciones. Pero claro, como había pasado tanto tiempo, el pollito se había convertido en un gallo de plumaje brillante y espolones kilométricos, así que cuando el perro lo vio llegar todo enfadado, se asustó tanto que nunca más volvió a cazar a aquel bosque.