martes, 24 de abril de 2012

La hora de la Tilanilla

Hay cosas que hacemos porque nos gusta, otras por manía y a veces simplemente por costumbre. Yo me estoy acostumbrando a hacer una cosa nueva, algo de lo que solía renegar pero que, debido a un cúmulo de circunstancias, he acabado adoptando como ritual antes de acostarme cada noche. Es algo que no me apasiona demasiado y a la vez no me disgusta en absoluto. Simplemente me hace sentir bien, como ebria y mareada y feliz y melancólica al mismo tiempo. Como si fuese a llegar en cualquier momento con la suya, pero yo me quedo dormida antes y al despertar ya se hubiera ido… y así me voy inventando que no está tan lejos.

No hay comentarios: