lunes, 8 de diciembre de 2008

León



Nunca pensé que me atrevería a hacer un viaje así pero, cuando me quise dar cuenta, estaba dando botes en un Jeep camino a una aldea en medio de la sabana africana.

Llegamos a una especie de campamento que, después de todo, podría incluso parecer lujoso: tenía baños, catres con mosquitera... eso sí, no había luz eléctrica ni agua corriente.

Me encontraba, nunca mejor dicho, en medio de la selva, rodeada de una tranquilidad absoluta y envuelta por unos sonidos que en la vida podría haber imaginado, capaces de estremecer y reconfortar al mismo tiempo. Y allí estaba yo, tendida dentro de mi mosquitera, con los ojos abiertos de par en par, escuchando la respiración de las fieras que al día siguiente saldríamos a buscar.

Entonces lo noté, un escalofrío me recorrió, se me paró la respiración y un impulso hizo que saliera de la choza. Debían ser alrededor de las tres de la madrugada, estaba descalza y asustada. Entonces lo vi: Me miraba a los ojos y yo no podía moverme, ni siquiera gritar, se acercaba pero, a medida que lo tenía encima, mis nervios desaparecían. Llegó a mis pies, me olisqueó y dio media vuelta. Se estaba yendo y yo estaba paralizada y maravillada al mismo tiempo, entonces se giró, como si me estuviera invitando a que lo acompañase.




Dejé que se me llevara.

Cuando ya no sabía dónde estábamos ni cómo regresar me entró el pánico, pero con la primera mordida todo mi temor desapareció.

Al día siguiente desperté dentro de la mosquitera, agotada como si hubiese caminado toda la noche y con la piel llena de heridas superficiales.

Aún se me eriza la piel cuando oigo rugir un león.

Aún tengo la marca de sus dientes en mí.




"Ahí está, ahí lo tienes"

3 comentarios:

Admin. dijo...

Vos viviste todo esto????????
Tengo un nuevo lugarcito, pasa cuando quieras y comentame que te parece!!!!
reflejosfemenino.blogspot.com
Bessitos
Andrea.-
decoractual.blogspot.com

MANUEL BECERRA dijo...

¿Que le pasa al leon? :(

Lamas dijo...

Andrea... No mujer!!jaja sólo es un cuento, aunque de algún modo sí lo viví, en mi imaginación supongo.
Ya me pasaré por tu rinconcito!
Un saludo!!

Manolo, al león no le para nada... que ruge y muerde, comoo todo león que se precie!! jeje!! Un besito!!