viernes, 23 de mayo de 2008

La Diadema


Todo comenzó una noche de Marzo. Ella iba de regreso a casa despues de haber salido a tomar una copa con unos viejos amigos. Paseaba despreocupada por El Viaducto jugando con su diadema hasta que un error de cálculo hizo que ésta callese al otro lado de las mamparas protectoras que pretenden disuadir a los suicidas. Se agachó en el suelo, estiró la mano por debajo, pero la diadema estaba casi en el borde opuesto. Pensó en deslizarse por debajo pero le daba pudor que alguien la tomase por lo que no era. Por último concluyó que la forma más factible era sentarse en el suelo e intentarlo con el pie. Se quitó el zapato derecho y, aún a riesgo de romperse las medias y mancharse el vestido, decidió que su diadema tenia mucho más valor y se dispuso a recuperarla. La postura era un tanto extraña, abierta de piernas en el suelo con un píe a cada lado de la mampara... estaba a punto de conseguirlo, sus dedos ebutidos en lycra se movian con torpeza, logró voltearla con el pulgar y entonces, la diadema giró sobre sí misma para precipitarse al vacío.

Moraleja 1: Cuando decidas abrirte de piernas, quitate las medias.

Moraleja 2: Eres torpe, los objetos no tienden a suicidarse solitos.

Moraleja 3: No juegues con las cosas que quieres, o acabarás perdiéndolas.

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