jueves, 8 de mayo de 2008

La Caja de Pandora


Estaba buscando un cable para conectar unos altavoces y me topé con una caja llena de viejas cartas. Cómo no, me entraron ganas de repasar los recuerdos que allí dentro permanecian casi olvidados, pero me dí cuenta de que no tenía demasiado tiempo para perder... así que simplemente ojee el montón con nostalgia. Entonces me llamó la atención un sobre rojo que tenía por título: "Olimpiadas, traumatismos encefalocoronarios y musicoterapia" y claro, me picó la curiosidad y lo abrí.

Fue como destapar la caja de pandora... al menos literariamente, porque allí encontré partes de uno de esas decenas de diarios que he comenzado a lo largo de los años y nunca llegué a terminar. Estaba fechado entre marzo de 2004 y septiembre de 2005. Eso era año y medio de prosa sentimentaloide que, claro está, explicaba el título del sobre a la perfección. Entre los escritos encontré algunos de los que ya he publicado, pero también otros que ya no recordaba, o que ni entendía (ya que tanto metaforizar y codificar a veces pierde el sentido con el tiempo).

En verdad me encanta contar las cosas pero me gusta aún mád cifrarlas. Y me he dado cuenta de que muchas de esas cosas, actos y conversacones se me olvidan pero releyendo con profundidad los escritos al final acabo sabiendo lo que sucedía en cada momento.

Y para terminar, algo que no logro descifrar del todo, pero que a pesar de ello me viene al pelo:

"Sigo esperando... sigo paciente... sigo aguantando... un café, un puente, una vid, un azulejo bajo mis pies, un animal bajo mis zapatos... o al revés. Estoy como el tiempo: Atormentada, nublada y, a lo lejos, llueve. Para bien o para mal..."

Y ahora A ESTUDIAR!

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