martes, 24 de marzo de 2009

Hermanas de sangre


Prepararon la mesa en silencio, como si de un ritual se tratase, la una y la otra iban colocando cada cosa en su lugar, despacio, cuidadosamente... Esa noche tenían un invitado especial.

Las dos hermanas eran las únicas supervivientes a aquella locura que había ido acabando con la familia como una maldición. Generación tras generación, parecía que aquella línea de sangre estaba abocada a la desaparición.

La familia había sido investigada pero nunca se halló otra causa de muerte que no fuera el suicidio. Los miembros fueron tratados por psiquiatras, curanderos, fueron exorcizados e incluso separados de la línea consanguínea para evitar posibles influencias ambientales. Nada surtió efecto. Todos acababan con su propia vida. Los sucesos alcanzaron tal repercusión que al final dejaron de tener descendencia. Y es por eso que solo quedaban dos hermanas.

Buscaron ayuda por todos lados para evitar que su familia desapareciera por completo, ninguna de ellas quería morir, menos aun matarse y lo probaron todo. Al fin parecían haber encontrado una solución y por eso invitaron a su casa a un neurólogo que llevaba años investigando su caso.

El doctor quería convencerlas de que se sometieran a varias pruebas que unían la neurocirugía con un fármaco experimental y estaba seguro de que podrían llegar a tener una larga vida.

Lo que él no supo hasta segundos antes de servirles de cena, era que las hermanas ya conocían cuál era el mal que había acabado con la familia: El autocontrol.

2 comentarios:

Abel dijo...

pero vamos a ver, porque escribes tan de esa manaera, digamos que... porque siempre me quedo pillado, jejeje

Hay una peli, de Sophia coppola, Virgenes suicidas, si la ves me cuentas

Saludos de un leoneses a una berciana leonesa

Anónimo dijo...

Qué historia!!! me gusta...suspenso hasta el final.