miércoles, 11 de junio de 2008

Aquel Jueves


La vi por primera vez en la habitación de mi primo. En aquel momento me pareció curiosa. Años más tarde la descubrí mejor, pero nunca llegué a ser lectora asidua, quizá dos o tres numeros al año. Pero aquel miércoles salió una edición que traería cola, el jueves todo era tenso, el viernes sucedió el secuestro, el sábado fue el boom... 1573 es el número con el que empezó la fiebre por aquella lectura, y termino con el 1577. Cinco tiradas. La primera ni eso, solo fue un número y el comienzo de una historia para recordar. Lo que vino despues de aquello, prensa gris, crisis, el recuento de los que ya no regresarían... Quise retomar la lectura con una novela histórica, pero no hubo forma, a pesr de lo prometedor del título, otro número, esta vez el 632, no lo logré. He vuelto a llenar las horas muertas en transporte público de música. Supongo que la lectura como ocio me está reservada al verano, cuando te liberas de la rutina, preocupaciones, obligaciones y te limitas a dejar que el tiempo te pase suavemente sobre la piel mientras tomas el sol sobre la hierba. Ya se respiran brisas estivales... a pesar de la lluvia que aparece por momentos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que me cuesta recordar un momento en que esa revista no estuviera en mi vida... La compro muy de vez en cuando, pero siempre hay una en cada lugar al que voy. Es curioso.
Con respecto a la lectura... soy de las que se comen los libros, y he llegado a la conclusión de no leer antes de dormir, porque me quedo hasta horas intempestivas sin darme cuenta :) Eso sí, en la guagua y en los coches no puedo leer, me mareo :S Así que la música y mi imaginación son mis compañeras, y me hago unas películas que ni te imaginas ;)