miércoles, 29 de septiembre de 2010

Congestión


21-Agosto-2010

Se me encarna la cara de rabia y asfixia. Frustración crónica a la cual una no acaba de acostumbrarse. Una presión entre el tabique nasal y la parte superior del tórax, asciende hasta los globos oculares y retumba en las sienes. Basta una ligera presión, bien calculada a base de experiencia, para disuadir el llanto y hacerle bajar de nuevo al tórax, comenzando así un nuevo ciclo de rabia contenida que hierve de frío y carencias. Y si alguien pregunta… le llamo congestión…

2 comentarios:

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Hola, Lamas, muy mal te veo, chiquilla.Éste es el segundo texto que leo hoy sobre catarros. He elído otro lleno de melancolía por las vacaciones y el amor perdido.
Ahora que pienso: creo que en esos casos se siente la misma presión en el corazón y dan las mismas ganas de llorar que tú tan bien describes.¿No estarás enamorada?
Un beso

MM dijo...

jajajjajaaaa!!!!