miércoles, 14 de enero de 2009

La poda


Es como si me estuviera vaciando por dentro, que todo me da igual pero, como el vacío me supone un mal estar, me voy llenando de lo que sea, casi automáticamente. Buscando cosas que hacer, cualquier cosa, ya sea sangre hirviendo entre las manos o un puñado de tierra que me las cuartee, que el frío me corte los labios. Escapar del refugio escondiéndome entre las sábanas que sufrieron mis primeros mordiscos, dormir por no estar despierta, poner la mejor sonrisa con los extraños y enseñarle los dientes a quien más me quiere [...] Lo cierto es que cualquier tontería me alegra el día, incluso ir a trabajar.

Con las primeras horas de la mañana, abrigada hasta las cejas, sintiendo el frío hasta en los ojos, en silencio... comienzo a subir la ladera, los pies resbalan en la tierra rojiza, húmeda por la helada que lo cubría todo la noche anterior. Respiro hondo y comienzo la tarea. Es un trabajo mecánico, enredoso y no demasiado rápido, lo perfecto para dejar a la mente descansar de sus preocupaciones ordinarias y comenzar a pensar en esos misticismos que despierta el trabajo físico, sentir los músculos, los huesos, un hilo húmedo resbalando por la espalda, o bajando desde la nariz. Miras el horizonte y te planteas si acaso eso es mucho mejor que esto. Te dan ganas de sentarte y agarrar un puñado de tierra, sentirte parte de aquello, ser una Escarlata Ohara en Tara, pero si te planteas tener la obligación en vez de el disfrute ocasional...entonces la cosa cambia. De todas formas, ese momento es para disfrutarlo, aunque por la tarde te duela la espalda y las manos. Aunque sepas que quizá nunca más lo vuelvas a hacer.

... Quizá sólo buscaba los cimientos sobre los que se asentaban estas ruinas en las que ando perdida.

VdB, 04/01/09

5 comentarios:

Reflexiones de cualquiera dijo...

Regalate una sonrisa...

Hoy sonríe, siente ese nudo en el estomago, esa angustia, pero sonríe porque eso significa que estas viviendo intensamente... lo que pasa es que la intensidad no es siempre como uno quiere que sea.

Algunos se abruman con la intensidad y pausan la vida comos si esta les fuera a esperar, y se alimentan de experiencias que no ayudan a vivir, que no corresponden con la felicidad de uno mismo, que no SON uno mismo ... eso solo lleva a la destrucción, equivocación y a la depresión...


;)

Anónimo dijo...

Un buen ejercicio,cuando uno está así, es dejar la mente abierta, divagar, no importa por dónde, no es rápido, pero te aseguro, que en 1 hs no sabés, como llegaste al pensamiento actual, luego de haber pasado por distintos pensamientos.
Saludos!!!
Andrea.-
decoractual.blogspot.com

Abel dijo...

Una vez le escuche decir que el que no ama lo que da la tierra que ha sembrado, no merece la vida.
Quizás tú, buscandote como das a entender, enfocas tus pensamientos en tus raices, sabiendo que esas nunca fallan, en las que siempre se está agusto.
El Bierzo siempre responde, nuestro León sabe tendernos la mano, cuando más la necesitamos...

Ahora no se si andarás por Madrid, León... saca partido donde estés, seguro que hay algo que merece la pena

Saludos axabriegos

Abel dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=Gywlhom31iw

Ahí tienes la frase

Lamas dijo...

Ale: ...autodestrucción y depresión, hummmm, creo que vas mal encaminado, esto es más de renacer de las raices, de renovarse tras es invierno... Pero sí, una sonrisa es estupenda para alegrar el día!! Besines

Andrea: Lo de divagar se me da estupendamente. De repente llegas a una idea y ¡zas! lo ves todo mas claro! Un besito!!

Abel: Que grande es el señor Kutxi...¡Sí señor! Da gusto que alguin comprenda el amor a la tierra. Un abrazo, vecino!!