viernes, 23 de enero de 2009

Ardilla (revisado)



—Ha llegado el momento ¿Qué deseas hacer?
—¿Puedo probar?
—Está bien. ¿Ves aquella mujer que se acerca?
—Sí, como ella... Como ella sería perfecto.


Cuando volvía de hacer la compra aún quedaban nubes de la tormenta. Unos impetuosos rayos de sol comenzaban a abrirse paso hacia la tierra húmeda, una dorada calidez brotaba bajo sus pies y decidió sentarse un rato en el parque que había en su calle. Posó las bolsas sobre el banco, a su lado y se dejó caer en el respaldo acompañando su movimiento con un suspiro. Respiraba profunda y lentamente, con los ojos cerrados. Se olvidó de los suspensos de su hijo, de su hastío conyugal, de la enfermedad de su madre, de pedir vez en la peluquería, del viaje que todavía no había hecho, del ascenso que no acababan de darle… Sólo tenía capacidad para centrarse en el olor a tierra mojada, la brisa en su pelo, los rayos de sol calentándole los parpados… En esas estaba cuando le brotó una idea. Miró en derredor, no había nadie, entonces se descalzó, cruzó el parque corriendo hasta la zona de césped y se encaramó a una encina que crecía allí en medio.

Deseó que nadie la viese allí subida haciendo el idiota y justo entonces, cuando se iba llenando de nuevo de preocupaciones, tristezas y desidias, la ardilla decidió que la vida de esos seres que veía cada día no era para ella.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno.
El otro día se me vino a la cabeza la idea de escribir sobre una mariposa que quería ser mujer...y ahora leo esto y es algo parecido.
Saludos.
Vani.

Rafael dijo...

Hola. Bonito lugar. Espero tener tiempo para dar un paseo, que intuyo será placido y relajado. Te dedicaré mi atención y ya se que de aquí saldré con una sonrisa.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Hola, Lamas, por fin vuelves a escribir. Me alegro mucho.
Un bonito cuento, muy bien descrito: El título lo descubre y desde el comienzo se "ve" la ardilla en el banco.
Un placer leerte.
Un abrazo

Admin. dijo...

Conozco a un chico que siempre que ve mucho, mucho ,campo, tiene deseos de parar el auto, bajar y comenzar a correr,despojado de sus ropas, miedos,problemas,alegrias... Después
todo vuelve a la normalidad....Qué loco no?
Saludos!!
Andrea.-
reflejos femeninos

Anónimo dijo...

Curiosa animalización que, además, durante el texto te hace desprenderte de todos los problemas.

Abel dijo...

Joder Lamas, y perdón por la palabra, pero me has dejado roto, enorme!.

Saludos axabriegos

Lamas dijo...

Al ver que nadie entendía lo que pretendo contar en esta historia, me he decidido a reescribirla. Espero que ahora quede claro que no es una mujer que quiere ser ardilla, sino una ardilla que decide no ser una mujer.

Un besito a tod@s

Anónimo dijo...

Yo te entendí desde un principio, la ardilla quiso ser mujer y luego de probar, se arrepintió. Es así??
Y el final para mí podría haber sido... "y la ardilla decidió seguir siendo ardilla".

Anónimo dijo...

Me parece que la dueña de este blog se convirtió en ardilla y se fue a escalar árboles!!! jajajaja!!!

Besos.

Anónimo dijo...

Jolín, tardo un montón el volver y me encuentro con algo tan bonito como esto :)
A veces pienso, cuando observo a mi gata tan tranquila durmiento hecha un ovillo, que sería genial ser gato, sin preocupaciones ni problemas... Eso sí, no podría leerte, y eso sería una pena ;)

Besines!