Esto es lo que pasa por mi cabeza cuando, al regresar del país de las maravillas, paso a través del espejo...
miércoles, 14 de octubre de 2009
(III) La ensoñación del Lirón
No tenía otra cosa mejor que hacer, así que se limitó a mirar el suelo y recorrer las paredes con la mirada perdida y melancólica que le acompañaba todos los días, fue entonces cuando se topó con una linea que ascendía por una camisa y llegaba hasta unos ojos que le devolvían la mirada. La envolvió un vértigo insoportable al descubrir que sus pies se habían elevado varios metros del suelo y comenzaba a volar lentamente en círculos concéntricos a aquellos ojos. Cuando recobró la percepción del tiempo y el espacio decidió que seguiría con la mirada perdida todo el tiempo que le apeteciera y así pasó los días, siguiendo la linea todas las veces que quiso, porque recordó el mejor juego al que había jugado nunca, el de imaginar.
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3 comentarios:
Es muy buenio. me he sentido bastante identificado, el mejor de mis juegos también ha sido simepre imaginar.
Saludos
Precioso, la capacidad de imaginar es un tesoro. :)
Muy bonito! Imaginar y soñar. Unos de mis mejores pasatiempos.
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