Estoy enfrascada en una lectura y, mientras los momentos ociosos corren raudos para desvanecerse en la noche, los de obligaciones pesan en mis hombros y me hunden los pies en el fango del pasado. Cuando no me sobresalta una canción, lo hace una fotografía.
Miro por la ventana anhelando una lluvia y un frío que no acaban de llegar y mientras espero, me abraso yo sola. Me arden la piel y los sentidos y mantengo los ojos bien abiertos, como en aquella habitación de paredes verde pálido donde una vez me tomaron por loca.
3 comentarios:
Me has dejado petrificada Lamas, me encanta la foto y el escrito.
A parte de eso, el ocio siempre pesa poquísimo en comparación a las obligaciones, y cuando una es consciente aparece un regusto amargo al que se suele llamar conciencia xD
Saludos!
Me ha gustado mucho lamas, una anotación, miras mucho al pasado...
"...Cuando no me sobresalta una canción, lo hace una fotografía..."
carajo eso me mató :)
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