Mi abuela Argen tenía un prao pequeño al lado de la fuente del pueblo. Amelia da Fonte, una vecina, le alquilaba el prao porque estaba al lado de su casa y le iba muy bien para coger la hierba para las vacas. El alquiler anual era simbólico, no creo que fueran ni 2€.
Cuando la abuela falleció, ese prao le tocó a mí padre, así que Amelia vino a casa a preguntarnos cuánto le íbamos a cobrar. Mi padre le dijo que el prao iba a ser mío, así que negociamos entre las dos.
Le dije que me pagar con una botella de leche de verdad cuando pasara las vacaciones en el pueblo.
Este verano pasado no tenía vacas con ternero así que "no me pudo pagar". Esta mañana llegó a casa con el alquiler y los atrasos...
No sabéis lo que vale ese alquiler... Ese alquiler es una máquina del tiempo al ástrago de la casa vieja, con mi abuela y los terneros y el vaso de plástico rojo lleno de leche recién muxida.
Sales del sendero, te metes en el bosque agachándote para pasar bajo las ramas, cual animalejo. Cuando te rodee completamente el monte, te sientas, te callas, respiras, esperas...
La diminuta araña que pendía del hilo que se enganchó a la manga de tu chaqueta, recorre tus nudillos dejando un cosquilleo en ellos y salta al vacío, rapelando hasta la bota y desaparece.
Un hormiga la saluda y te mira, mira tu bota, está sopesando si será mejor cruzar sobre ella o rodearla. Detrás viene otra con un trozo de hierba seca que se le atora en una raíz y está un rato dándole meneos hasta sacarla. La de la bota decide cruzar por encima pero, a medio camino, da la vuelta y vuelva a bajar y sube y baja y rodea otro rato. No es una decisión sencilla por lo visto.
De fondo hay conversaciones pajariles. ¿Algún día aprenderé a distinguir un carbonero de un pinzón? ¿A saber qué tengo que buscar con los ojos, según lo que oiga cantar? Entonces cruje una hoja.
Las hojas pueden crujir por muchas cosas y bailar escandalosamente así que nunca sabes exactamente si ha pasado corriendo una musaraña o una ráfaga de brisa te ha tomado el pelo.
Entonces cae una piña y miras hacia arriba con la ilusión de ver una ardilla. Y a veces la ves.
Has estado media hora quizá, tienes las manos frías, el culo dolorido, te levantas torpe y haciendo más ruido que el camión de la basura ¡Cuánto ruido hacemos! Te apoyas en un tronco lleno de liquen y musgo, qué suave y especial es el musgo...
Nota: Os he puesto un montón de enlaces para que no dudéis en informaros y profundizar en las actividades que os resulten interesantes.
Villafranca del Bierzo fue considerada el 2011 como uno de
los 7 destinos más populares de España para disfrutar la Semana Santa,
destinos que correspondían con distintos intereses-categorías: PLAYA,
RELIGIOSO, RURAL, DEPORTIVO, ENOLÓGICO, URBANO e HISTÓRICO/CULTURAL, así a La
Villa le correspondía “Destino rural”.
Yo discrepo y mucho con esta categorización.
Efectivamente somos un destino RURAL y el artículo se queda
cortísimo para todo lo que tiene que ofrecer Villafranca del Bierzo y su
entorno pero, ¿qué hay de las demás categorías? ¡Villafranca es el macho alfa
de los destinos! La Villa es reina y campeona absoluta en todas las categorías,
el destino perfecto* para cualquiera que pretenda disfrutar estos días de
vacaciones dentro de la península y os voy a explicar por qué.
Destino de Playa: Si bien es cierto que Villafranca delBierzo no es un pueblo costero, playa, lo que se dice playa… tener tiene. Una
preciosa playa fluvial que en verano alberga el festival internacional de
músicas del mundo, el Fiestizaje
y que en esta época del año deja transcurrir las aguas de sus dos ríos, el
Burbia y el Valcarce, de forma natural y salvaje permitiéndonos disfrutar de
paisajes primaverales, de descensos en kayak y
de la pesca sin muerte de la trucha. Además es un punto estratégico que nos permite ir a pasar el día a multitud
de playas gallegas que se encuentran a menos de dos horas de viaje por
carretera y entre cuyas opciones cabe destacar la playa de Las Catedrales
en la provincia de Lugo.
Destino enológico: Es indiscutible que los vinos del Bierzo están
alcanzando al fin el reconocimiento internacional
que tanto merecen. Recientemente galardonaban a Raúl Pérez en los Wine Awards 2014
y los vinos de Villafranca no podían ser menos, con la cosecha "Pétalos 2011" valorada con un 92/100 de Parker Wine Advocate
. Además en la Villa se realizan eventos singulares en torno al vino como es el Evento Sarmiento , con lo que podría
considerarse a Villafranca un enclave privilegiado para disfrutar de la
enología. Pero en Semana Santa vamos más allá y ofrecemos en nuestros bares una
atípica LIMONADA que de limón sólo lleva
el aroma, pues es una bebida a base de vino y azúcar de la que ya os he hablado
cada año por estas fechas bajo el polémico nombre de Matar Judíos
y que podéis degustar en una macrorronda que se celebra el Jueves Santo.
Destino religioso: Sin duda en Villafranca del Bierzo se puede disfrutar de multitud de actos religiosos y procesiones bellísimas, con
tallas de principios del S.XVI, si la lluvia lo permite y si no, se procesiona
dentro de la iglesia donde tradicionalmente tenemos el honor de disfrutar del
compositor Cristobal Halffter al órgano.
Nuestra oferta cultural se adapta a todos los gustos y
creencias así que también incluye procesiones paganas (aunque no propias de la
Villa): La primera y más reconocida se realiza el Jueves Santo en León capital,
es la procesión de "San Genarín"
que se hace en honor a un mítico personaje aficionado a los vicios de la uva y
la carne. La segunda procesión, esta vez mucho más cerca pues está a unos 15
minutos, la realiza el Viernes Santo la Cofradía de la Santa Poya
entre las localidades de Quintela y
Balboa, no tiene desperdicio.
Destino histórico-cultural: Por favor, ¡con el PATRIMONIO que tenemos!: aljibes del S.II, artesonado mudéjar del S.XV, un total de nueve
iglesias-conventos que tocan románico, gótico, barroco... Y El Castillo, el
Palacio de Torquemada, la colección de pintura flamenca de La Anunciada, La
Puerta del Perdón, La Calle del Agua, el Viaducto Romano, Museo de Ciencias Naturales, el Teatro… No hay más que subir
al mirador de Los Tejedores para obtener una panorámica monumental como pocas
en este país, enmarcada de naturaleza y arrullada con el murmullo de los ríos.
Un placer para los cinco sentidos.
Destino deportivo: Si os digo que jugamos a la rana, a la
llave y a la petanca igual os da la risa; que jugamos al fútbol, fútbol sala,
baloncesto... diréis que eso se hace en todas partes. Pero es que en La Villa
puedes participar en marchas cicloturistas
, hacer la Dragoman , o cualquier
ruta de La Mirada Circular
, ir a esquiar al Morredero (si la nieve lo permite) y por supuesto realizar una de las etapas más bellas y la única del Camino de
Santiago en la que puedes obtener el Jubileo sin llegar a Santiago de
Compostela.
Además de los ya mencionados descensos en kayak, piragua y la pesca, hay
que añadir una larga lista de actividades para todos los gustos que van desde
el tiro al plato a los karts, quads, buggies, campeonatos de
automodelismo, de rallye, trial, BTT y todo tipo de actividades en la naturaleza para
cualquier nivel de preparación y público, como los paseos a caballo, trekking ,
senderismo, ascensiones, barranquismo, tirolina, parapente y un largo etcétera. Valentí Sanjuan lo sabe y os lo cuenta :
No sé si se habrá notado mucho que solo tengo palabras
bonitas para mi pueblo y para toda la comarca. Estamos pasando una etapa muy
dura económicamente hablando, El Bierzo está parado… pero está parado en un
jardín del edén y he querido desde este rincón mío fomentar un poco el turismo,
no solo porque le venga bien al entorno, sino porque merece la pena de verdad
que conozcáis esta tierra tan estupenda.
Nos vemos a la vuelta de Semana Santa con la crónica
habitual.
Disfrutad y si disfrutáis de El Bierzo mucho mejor.
(*) Perfecto: excepto si buscas temperaturas superiores a los 22ºC y solazo imperturbable porque, no es seguro, pero es probable que un poquitín llueva :)
Lo mejor de hacerse mayor es que realmente aprecias las cosas que te cuentan los más mayores aún.
En este caso las que te recitan y te cantan.
El señor José, aunque se hizo un poco el duro, acabó acercándose a la grabadora del móvil para que quede constancia para siempre de estas perlas que de otro modo se perderían en la memoria de otros tiempos.
La poesía que usaba para ligar:
De noche sueño siempre contigo
y cuando despierto, triste lloro,
de pena feliz de amor.
Creo morir.
Los celos de perderte son grandes.
Y el vals de la vieja hambrienta, Sete cuncas:
Unha vella, sete cuncas de papas de millo comeu.
E comeu e comeu e comeu e recuncou.
Fixo coma un foguete no aire:
¡Chispou! ¡estoupou!
Traducida sería algo así:
Una vieja, siete cuencos de papas de maíz comió.
Y comió y comió y comió y repitió.
Hizo como un cohete (fuego artificial) en el aire:
¡Chispeó! ¡Explotó!
Pues aquí quedan para la posteridad, para que os las aprendáis y las cantéis cuando queráis.
Por descontado, el post va dedicado a José y a los que compartimos con él el trabajo y los buenos momentos de esos días, pero también para todos los "Josés" que cantan cantares y coplas, para que no se vayan cuando se vayan ellos.
Oh, la Navidad, tiempo de amor, paz y protectores estomacales. De comer con champán, matar cerdos y desayunar turrón porque sólo compraste dos pero te han regalado 14 así que habrá turrón por casa hasta Semana Santa. Tiempo de frío, juntanzas y regalos.
Como viene sucediendo los últimos años, en Nochebuena subimos a Cante, Cantejeira para los foráneos, Canteixeira para los oriundos.
Imaginaos una casa rectangular con una cocina de leña en el extremo izquierdo, una chimenea en el derecho y por el medio un pasillo templado por el que se accede a las habitaciones a temperatura gélido invierno.
Pues bien, tras una noche de mucho comer y beber, cuando logramos acostar a los niños y ya no se podía alargar más la sobremesa, nos fuimos cada uno a su habitación. Pertrechados con pijamas de franela, calcetines por fuera del pantalón, manta eléctrica y cobertores de lana, cada uno se hizo su nidito y se fue a dormir esperando despertarse con los gritos mañaneros de los niños abriendo regalos.
Quiso la ruralidad del momento que mi habitación no tuviese enchufes y la alargadera, que venía de la cocina, estuviese ocupada por la manta eléctrica, así que el móvil se fue a dormir al igual que yo. Como no uso reloj y el móvil seguía durmiendo me desperté sin saber qué hora era. No se oían niños, así que debía ser demasiado temprano aun… Quería quedarme en la cama, pero el champán de la noche me empujaba a lo contrario. Recordé que en esa habitación solía haber un orinal, pero finalmente opté por levantarme. Con el ojo medio pegado me dio la sensación de que había mucha claridad entrando por las rendijas. Junto al árbol del comedor, un montón de juguetes esperando y los niños aún dormidos como cestos. Entré al baño, me senté en la congelada taza y abrí una contra. Tardé unos segundos en darme cuenta pero allí estaba, regalazo de navidad: Una estupenda nevada sorpresa que lo cubría todo.
Cogí la cámara, me puse el abrigo de mi tío, las galochas de la abuela y salí sigilosamente a capturar el momento.
Esa mañana desayunamos todos con un sabor de boca especial, porque era probablemente la última vez que lo haríamos en esa misma cocina y con esas mismas vistas.
Mi regalo de Navidad fue una maravilla y aquí lo comparto con vosotros.
A media noche, justo cuando estaba a punto de quedarme dormida, me di cuenta de que estaba amaneciendo. Abrí los ojos y te vi junto a la ventana contemplando cómo salía el sol. Yo tenía una luna diminuta apenas comenzando a crecer en un cielo como la pez y tú me enseñabas un sol espléndido dorando el río de las perlas.
Mi día a penas terminaba y el tuyo ya comenzaba de nuevo, como si quisieras hacer que el mundo girase más deprisa para que llegase antes el amanecer para mí, para que me llegase el sol de una vez y me tocara despertar…
Últimamente no he tenido tiempo ni para morderme las uñas, como quien dice. Demasiadas cosas que hacer, demasiadas cosas en la cabeza y demasiadas cosas sucediendo a mi alrededor como para prestar atención a todo. Ayer por fin tuve un momento para pensar. El verano para mi comienza con incertidumbre, planes y retos que afrontar, pero mirando un poco alrededor, este año muchas cosas han sucedido y están sucediendo. Diría que es un año transcendental, de esos de dar un paso adelante y crecer. De ser valientes.
La semana pasada vino al mundo Naroa, la primera hija de una amiga, en unos meses llegará una “palleiriña” también y eso te hace pensar mucho. Ya no somos niñas que jugamos con muñecas, aunque a veces aún veamos eso más cerca que el llevar a los retoños a la guardería… Dicen que la adolescencia es dura, pero yo creo que el acercarse a la treintena es una etapa más complicada a nivel mental. Supongo que es cuando de verdad tienes que ser ya una persona adulta y no se te permiten tantas licencias de juventud.
Por otro lado, el golpe que han sufrido los gallegos con el accidente de tren también hace reflexionar a uno sobre cómo la vida se puede escurrir en un instante y todos los planes a corto o largo plazo se esfuman y con ellos viene la tristeza en el alma de los que se quedan. Escribía esto al respecto hace dos días:
“Gente como cualquiera, como yo cuando cojo el bus para ir a mi casa, después de un año duro, vas a casa por vacaciones o aprovechas el puente para ver a los tuyos, y no vas por carretera, vas en tren o en bus, ¡que nunca pasa nada! y encima estás llegando a la estación, te levantas ya a por la maleta, porque tienes ganas de salir el primero y ver a quien te ha ido a buscar y tienes cincuenta planes para ese fin de semana, o para esas vacaciones y estás feliz porque vas a pasar unos días con los tuyos, lejos de la universidad, o del curro, o de una ciudad que no huele a naturaleza... y de pronto estás muerto. Y se acabó todo.”
Pues antes de que se acabe todo, ¡habrá que empezar todos los planes que se puedan! Y vivir un verano especial, para empezar una nueva etapa maravillosa.
Feliz verano a todos e una lágrimiña de lembranza e una aperta agarimosa a todos os galegos.