martes, 24 de abril de 2012

La hora de la Tilanilla

Hay cosas que hacemos porque nos gusta, otras por manía y a veces simplemente por costumbre. Yo me estoy acostumbrando a hacer una cosa nueva, algo de lo que solía renegar pero que, debido a un cúmulo de circunstancias, he acabado adoptando como ritual antes de acostarme cada noche. Es algo que no me apasiona demasiado y a la vez no me disgusta en absoluto. Simplemente me hace sentir bien, como ebria y mareada y feliz y melancólica al mismo tiempo. Como si fuese a llegar en cualquier momento con la suya, pero yo me quedo dormida antes y al despertar ya se hubiera ido… y así me voy inventando que no está tan lejos.

martes, 10 de abril de 2012

MENSAJE PANORÁMICO (S.Sta.'12)

La Dolorosa frente a San Nicolás (Jueves Santo, Villafranca del Bierzo)
La Dolorosa frente a San Nicolás (Jueves Santo, Villafranca del Bierzo)

“Bueno mofletuda… una Semana Santa más y como siempre un placer pasarla contigo […] hoy noto que me falta algo al no poder pasear por la Calle del Agua…”
De Kuki para Richo

Pues como cada Semana Santa, aquí va un resumen SURREALISTA solo apto para mentes muy avispadas. Este año lo basaré en el sermón de las siete palabras ya que mi Via Crucis no llegó a las 14 estaciones.

Viernes antes: De esos días que te quieres ir y quedar al mismo tiempo, pero te acabas yendo. Y entre Risquetos, Rapunzels despeluchadas y Guardias Civiles llegas ante la casa que viste toda la vida… y no la reconoces.

Sábado antes: O cómo tener entretenidos todo el día a dos niños con unas madejas de lana derrocando completamente la Wii.

Domingo de Ramos: Otro año más que la enana aguanta estoica el ramo y la misa y el sermón y que no le den galleta… Y comienzan la penitencia de las siete palabras: Padre, Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

Lunes santo: Tristísima noticia que enturbiaría el resto de los días. Lilu, un abrazo muy fuerte. En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Martes santo: Rencuentros gratos, ingratos, decepcionantes, nuevas caras y despedidas tristes; en el lugar menos deseable. El negocio de las flores que algún día espero me cuenten. Madre he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre.

Miércoles santo: Agradecer a mi santa madre el madrugón para hacerme mi comida favorita y poder aguantar el resto del día como niña con zapatos nuevos. Zapatos que bailaron sin parar aun a riesgo de recibir unos azotes. Pero las tortugas mezcladas con ranas en medio de la arboleda dan mucho ritmo. Dios mío, Dios mío por que me has abandonado.

Jueves santo: Había que cuadrar a Evis, Miri y Ali con Laura, Edu, Carlos, Chon y Fer, luego sumarles un David y mezclarlo todo con Eme, Pe y Porris. Al final todo todo no pudo ser, pero acabaron los chipirones con los fresones rebeldes haciendo acrobacias cabareteras propias del Broadway más Bollywoodiense. Agudizando el olfato y no tanto la vista. Tengo sed.

Viernes santo: Tras una pulpada y churrascada a 1300m, bajo la nieve… el catarro ya se veía venir. Por mucho que persiguiéramos vírgenes y gaitas por las calles. Y aunque esa noche trabajar no fue plato de buen gusto, siempre hay pequeñas cosas que lo hacen llevadero, como espiar tras los vasos de cubata. Todo está consumado.

Sábado santo: A correprisas organicé mi partida, llevándome todos los virus y cadáveres de judío que pude a mis espaldas. No dio para más, ni para menos. Inolvidable como siempre. Melancólico como siempre. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Domingo de Resurrección: ¡Alabado sea el señor! ¡Aleluya, Aleluya! ¡Hosanna en el cielo! ¡Regocijaos hermanos…! Porque aunque muero ahogada, vivo de alegría. Entre mugre… pero feliz!

Lunes de Pascua: El día fue lo que se dice… un día de convalecencia en cama, hasta que llegó la noche y se convirtió en un hachazo en la cabeza y la esperanza… A tomar por culo bicicleta que se suele decir. Me subió hasta la fiebre de tanta rabia. Se acabó la Semana Santa.